lunes, junio 25, 2012

En Yucatán, ochenta coordinadores : Gilberto Balam Pereira

Gilberto Balam Pereira

En Yucatán, ochenta coordinadores

En asamblea general, el día de ayer en su local social y en larga e intensa jornada, los representantes de unos 3,000 miembros de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas, después de comentar los problemas que existen en el campo, acordaron promover el voto a favor del candidato presidencial López Obrador entre sus bases, toda vez que se trata de un organismo de carácter plural.
Las causas del problema en el campo.
Por supuesto que se atribuye al TLC la situación crítica por la que atraviesa el campo: en el país son 3.5 millones de campesinos de 29 mil ejidos los afectados, sin asistencia técnica ni crediticia, lo que ha ocasionado prácticamente el abandono del agro y que ha incentivado la migración de miles de campesinos al extranjero. En Yucatán son cerca de 100 mil campesinos de 700 ejidos los damnificados, se calcula 300 mil productores que trabajan en unidades medianas y grandes que monopolizan el financiamiento público en detrimento de los campesinos pobres. Es una agricultura patronal. Se insiste en la necesidad de una educación para concienciar, preparar y capacitar a los campesinos.
Ya en varias ocasiones UNORCA había señalado que las políticas económicas del gobierno mexicano, que privilegian a grandes grupos empresariales nacionales y extranjeros, golpean de manera especial a la población rural indígena y no indígena, causando el aumento de los índices de pobreza.
En pasillos se recordó que en 1991 y 1992 se llevaron a cabo reformas al artículo 27 que facilitaron el desmantelamiento del ejido. Esto se realizó sin consultar a la población afectada y, en Yucatán, implicó el uso de la fuerza represiva contra quienes protestaron por dichas políticas. La ya precaria situación del pueblo indígena yucateco se vio agravada al expulsar a muchos campesinos del Seguro Social. La reforma al artículo 27, que permite la venta de las tierras, ha dado lugar a la especulación de tierras ejidales, en la que destacó la pandilla de Patricio Patrón Laviada, que, aprovechándose de la pobreza de los ejidatarios, dejó a muchos sin tierras, contraviniendo con esto el artículo 17 del convenio 169 de la OIT, que advierte que “debe impedirse que personas extrañas a esos pueblos puedan aprovecharse de las costumbres o del desconocimiento que tenga la gente acerca de las leyes para arrogarse la propiedad, la posesión o el uso de las tierras pertenecientes a ellos.”
“Pero es que estaban muy buenos los precios de esos terrenos”, dijeron los patricistas. Buenos precios para ellos, digo; pagos miserables para los campesinos.

Propuestas de UNORCA. “La población maya-yucateca debe participar en las decisiones sobre los recursos naturales que se encuentran en sus territorios, pero no son consultados al respecto”.
- Es necesario que se redefinan las políticas desde una visión que integre a las mujeres como actoras plenas, con necesidades y aportes particulares.
- Que el nuevo Estado Mexicano que será dirigido por Andrés Manuel López Obrador, modifique la política social y económica, pues ésta actualmente no responde al combate a la pobreza de las comunidades mexicanas (tanto indígenas como no indígenas), ya que de esta manera se resolverán (así esperamos) los problemas de salud, educación, alimentación, vivienda, trabajo y propiedad colectiva, es decir, proponiendo que en el Proyecto Alternativo de Nación se garantice a los trabajadores pertenecientes a las comunidades indígenas y no indígenas una protección eficaz en cuanto a la contratación y condiciones de empleo para apoyarlos a salir de los niveles de pobreza.
- Que el Estado Mexicano establezca convenios de colaboración con Institutos de Educación Superior para llevar a cabo estudios sobre la situación económico social de las comunidades para implementar proyectos viables de desarrollo sustentados y sustentables, y no programas “paliativos” tales como los que se realizan actualmente, inmersos en un conjunto de corrupción y compadrazgos.
- Redefinir las políticas agrarias para que los campesinos no continúen perdiendo sus tierras, y por ende, transformándose en desempleados y desposeídos sociales evitando así la migración tan peligrosa en estos momentos.
- Eliminar, o en su caso reducir las desigualdades extremas para lograr una mayor equidad de oportunidades tanto al hombre como para la mujer. Se propone que se logre claridad en el funcionamiento de las instituciones, y eliminar las distorsiones ya existentes en la estructura de la distribución de la riqueza, el ingreso, el poder, los prestigios, las oportunidades y las decisiones.
Otras. Fortalecer la economía rural. Apoyo en la comercialización de excedentes. Revisar la política de subsidios en apoyo de los productores pobres. Evitar el excesivo intermediarismo. Reducir las importaciones agrícolas. El campo en Yucatán está lleno de programas fallidos que sólo han beneficiado a un grupo reducido de funcionarios corruptos como invernaderos, cultivos de arroz, soya, girasol, piña, maracuyá, sábila y la cría de conejos, tilapias y borregos. El gobierno debe dejar de tomar decisiones que sólo competen al campesinado.
Por último, se acordó enviar un agradecimiento a don Mario Renato, quien ha sido solidario en todo momento con nuestra Organización, cubriendo la fuente de nuestros actos y de nuestros dirigentes. Gracias, señor Director. 

No hay comentarios.: